El que esté libre de pecado que arroje la primera piedra. ¿Pequeño remix dedicado a Mercurio?

Antes que nada tengo que aclarar que este post no hace referencia al planeta Mercurio y en consecuencia puede resultar banal y una perdida de tiempo para algunos lectores. Pero también es cierto que muchos de nosotros/as hemos tenido nuestros gustos musicales culposos, así que sin más les dejo este breve post.

Cuando somos jóvenes la mayoría de nuestros gustos musicales son influenciados por el medio que nos rodea, es decir, lo que escuchamos en nuestra casa, en la escuela y muchas veces por lo que nuestros mejores amigos escuchaban en ese momento, los cuales a su vez también fueron influenciados por los gustos musicales de su familia y entorno social.

Cuando crecemos nos damos cuenta de los graves errores que cometemos según nosotros al decir ¿En serio me gustaba escuchar tal o cuál artista? ¡Pero si es una porquería!

Crecí escuchando todo tipo de música desde Inti Illimani, cantautores como Facundo Cabral, Mercedes Sosa, Violeta Parra, Víctor Jará, así como los Beatles, Credence, The Doors, Jazz, B.B. King, Ella Fitzgerald, Duke Ellington, Nat king Cole, Frank Sinatra, Milton Nascimento, Abba, Orquestas típicas, Julio Jaramillo, El Dueto Caleta, Miguel Aceves Mejía, Enrique Guzmán, Alberto Vázquez, Raphael, Angélica María, Rocío Durcal, entre muchos, muchos otros, es más hasta conocí a Los Bukis, Los Temerarios, Rigo Tovar, etc., escuche a las mejores orquestas cómo la Sinfónica de Berlín dirigida por el gran maestro Herbert Von Karajan con los repertorios más hermosos de mis compositores favoritos, Mozart, Tchaikovski, Beethoven, etc. En pocas palabras escuche de todo, pero en mi época de adolescente empecé a escuchar mucha música comercial y fui una fan de algunos de los grupillos que surgieron en ese tiempo.

Todo este relato surge de una reflexión que he realizado acerca de lo que podemos denominar música buena o mala. Se han escrito muchos artículos sobre lo que determinadas personas piensan y dictan que debes escuchar para ser considerado un verdadero melómano musical. Es ahí donde la academia hablando en específico sobre la educación musical juega un papel determinante, cuando se asiste a una escuela de música; la formación sobre la escucha musical adecuada que se imparte a los alumnos está basada principalmente en el conocimiento de los grandes compositores y los distintos periodos musicales europeos, Barroco, Clásico, Romántico y contemporáneo (Y contemporáneo sólo hasta Stravinsky y Jonh Cage). Entonces ¿Dónde quedo la música de rock, el jazz, el blues, heavy metal, el pop, etc.? Pero principalmente ¿Dónde quedo el conocimiento de nuestra propia música tradicional?

¿Qué sucede? ¿Por qué descartamos y hacemos menos a esos géneros musicales? ¿Por que necesito ir a otra escuela a conocer y aprender sobre distintos géneros musicales? ¿Por qué demeritamos cualquier tipo de género musical que no sea aprobado por la academia? Son muchas preguntas y todas tienen distintas respuestas, las cuales trataré de responder detalladamente en otro post.

Durante mi formación musical tuve que desacreditar y eliminar ciertos gustos musicales que la academia me dictó como superfluo y carente de inventiva musical. Conocí otras músicas y amplié mi conocimiento en el ámbito musical. Finalmente después de que los años pasaron volví al rencuentro de lo que antes escuchaba y todo fue distinto. Ahora lo valoró y entiendo porque elegí que esa música formara parte de mi vida.

Conforme vamos transitando por este mundo las experiencias y las situaciones que envuelven nuestra vida determinan distintos estados de humor y sentimientos, seamos honestos, somos humanos y tenemos sentimientos buenos, malos, perversos, lujuriosos, de euforia, violentos, entre otros, y casualmente la música nos lleva potenciar cada uno de esos sentimientos, a todos nos ha pasado que tenemos un momento de tristeza y llegamos a escuchar una canción o una pieza musical que conecte con el sentimiento y nos sentimos identificados inmediatamente con el artista que la interpreta. Es ahí donde para la persona esa canción representara un momento personal y la conexión hacia un gusto musical determinado.

No debemos juzgar ni sentir vergüenza de lo que alguna vez nos llego a gustar de niños o adolescentes musicalmente hablando, eran momentos y situaciones especificas que determinaron parte de nuestra forma de ser y de expresar nuestro sentir con la vida en ese momento. Cuando adquieres ciertos conocimientos musicales y te das cuenta que el genio musical de tus ídolos adolescentes son de lo más básicos y repetitivos, puedes apreciar con mayor gusto todo lo nuevo que has escuchado, la complejidad de sus composiciones y entonces valorar los distintos géneros musicales.

Es por esto que quiero hacer un homenaje a uno de los grupos que cuando adolescente me volvían loca y yo volvía loca a mi pobre familia escuchando esto todos los días. Aquí les dejo mi homenaje-remix musical a “Mercurio”. Sí, lo acepto y aguantaré las burlas que generen este post y mi homenaje musical.

Y como dirían las sagradas escrituras que según Yisus dijo: “El que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra.”

 

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