Somos un colectivo de creación, educación e investigación sobre la música libre.
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Provenimos de diversos campos como la música, la psicología y las matemáticas, reunidos para mostrar las posibilidades creativas del software libre, de la cultura libre y de la filosofía hacker.
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Nos dedicamos a generar obras y proyectos que emplean recursos expresivos como la poesía, el performance, la improvisación sonora, el live coding, el databending y la música noise.
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Al mismo tiempo escribimos en este blog e impartimos cursos y talleres, siempre con herramientas y recursos pedagógicos libres.
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armstrongliberado.wordpress.com 
Creo que desde siempre los músicos y en general los artistas nos hemos visto en la necesidad de «regalar» nuestro trabajo para darlo a conocer o como dicen por ahí, «por amor al arte». Hay contextos en donde aún podemos flexibilizarnos y seguir haciendolo por ese «amor». Regalar nuestro trabajo no solo es darlo gratis sino compartirlo libre y abiertamentemente con los demás para expandir el conocimiento, para generarlo, para colaborar con nuevos enfoques. Por otro lado, si que deberíamos exigir nuestra remuneración económica y nuestro reconocimiento en lugares donde por la misma estructura capitalista, la empresa si tiene la infraestructura para pagarnos, y muy bien. Es una lastima que colaborando con determinadas instituciones que tienen el capital suficiente para pagar bien, salgan con que lo único que te pueden pagar es una docena de rosquillas. es una broma?…
Sí :/. Pienso que es un tema con doble filo, porque pues nosotros, como músicos, hemos vivido quizás ambas situaciones: la situación de no ser justamente remunerados, pero también la situación de perder ese nivel de «arte por amor» cuando hay dinero involucrado y las cosas pasan de ser una pasión a ser, como decimos, «un hueso». Incluso la expresión de «hueso» es muy extraña, porque denota una extraña identificación con los perros sobre la que Fabián, como psicólogo, quizás tenga algo que decirnos, jeje.
Ayer en un seminario del Chopo se tocó el tema de lo mal remunerados que son en el mundo los músicos de improvisación. Yo me quedé pensando varias cosas. Me preguntaba, por ejemplo, si esa carencia en la remuneración es o no un factor importante para que toda esta banda de músicos se caracterice por amar profundamente su trabajo. Los músicos de orquesta, por ejemplo, que tienen un sueldo y que en el caso de destacar son bien remunerados, es muy común que pierdan desde jóvenes esta pasión. Son preguntas fuertes que probablemente nos hacemos seguido…
y bueno, ahora sí en broma… qué diera yo en este momento por tener una docena de rosquillas en mis manos 😛